Una cosa que tienes que entender es que vivimos en cuatro planes de existencia, que son el mundo físico, el mundo mental, el mundo emocional y el mundo espiritual. Y el mundo físico que expresamos es una impresión de las otros tres mundos. El resultado en el plano físico es consecuencia de la programación de los otros tres planos lo que quiere decir que para tener distintos resultados hay que cambiar la programación interior. La salud, el peso corporal, la riqueza, el éxito, el amor, etc.., y cualquier otro resultado que tengamos en el plano físico es consecuencia de la causa que lo origina, o sea, de la programación mental.
Cualquiera que sea el resultado que estés obteniendo, ya sea bueno o malo, positivo o negativo, rico o pobre, será siempre resultado de la programación interior. Si la cosa no va bien en tu vida exterior es porque no va tampoco bien en tu vida interior. Es así de simple.
La fórmula del proceso de manifestación se podría expresar de la siguiente manera: la programación mental lleva a los pensamientos; los pensamientos llevan a sentimientos; los sentimientos llevan a acciones; y las acciones llevan a los resultados. Pro->Pen->S->A= R
Nuestra programación viene determinada por una mente condicionada desde pequeño, en la que es nuestra experiencia vivida, vista, oída, y nuestros modelos de referencia aprendidos, lo que queda todo arraigado en nuestro subsconsciente y determinará nuestra forma de pensar, nuestros patrones de pensamiento. Por lo tanto, para cambiar cualquier manifestación en el plano físico o exterior, hay que cambiar el mundo interior. Si no hacemos esto los resultados siempre seguirán siendo los mismos.
Pero para cambiar hay que tomar conciencia de esto y de la necesidad de cambio. Hay que saber que el origen, la causa que determina unos efectos determinados comienza todo con los pensamientos y que estos obedecen a unos patrones que tenemos en nuestro subconsciente y que tenemos que reacondicionar. Observando nuestra manera de pensar podemos empezar a elegir aquellos pensamientos que nos van a llevar a una vida más próspera y adoptar actitudes que nos llevarán a la felicidad y desechar pensamientos y actitudes que nos llevan en dirección contraria. Podemos reprogramar de nuevo nuestra mente para conseguir nuestros objetivos.
Hay que evitar los pensamientos negativos automáticos. Es conveniente hacer una lista de los que tenemos para evitarlos y formularlos de manera positiva. Además que podemos intentar averiguar la causa de dichos pensamientos, por que han surgido y en que se basan para después tomar conciencia de que son pensamientos inútiles y además terminan convirtiéndose en nuestra realidad, por lo que hay que cambiarlos. Además podemos también identificar las consecuencias de estos pensamientos que nos origina y las emociones que nos genera. Por ejemplo, pensar «no estoy a la altura» causado porque una vez tuvimos una experiencia desagradable puede generar sentimientos de inferioridad y como resultado aislamiento social, rabia o malestar.
Podemos crear nuevos hábitos y patrones de pensamiento. Solo ten presente que si no lo haces tu vida seguirá exactamente igual como hasta ahora. Si quieres cambiarla es necesario hacerlo antes en tu mundo interior. Piensa siempre en positivo. Los patrones de pensamiento positivos son contagiosos, así que rodéate de personas que te hagan sentirte feliz y optimista. Mete en tu mente una dieta mental sana, así que evita lecturas negativas, noticias malas, televisión basura y mete solo contenido de calidad. Y por supuesto, una vida activa con ejercicio diario te hará sentir mejor.
Si quieres más información sobre el tema ponte en contacto conmigo en http://www.vidaenverde.es/herbamol Puedes suscribirte a la lista de correos para estar informado y actualizado