Las vitaminas. ¿Son iguales de útiles las fuentes naturales y las sintéticas?

Las vitaminas son compuestos esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo, ya que participan en una variedad de procesos biológicos clave, como la producción de energía, la función inmunológica y el mantenimiento de la piel, los huesos y los órganos. Estas sustancias no son producidas en cantidades suficientes por el cuerpo humano, por lo que deben obtenerse a través de la dieta. Existen dos tipos principales de vitaminas: liposolubles (A, D, E, K), que se almacenan en los tejidos grasos, e hidrosolubles (C y las del complejo B), que deben ser consumidas regularmente ya que no se almacenan en grandes cantidades. Mantener un equilibrio adecuado de vitaminas es fundamental para la salud general y la prevención de enfermedades.

Las vitaminas podemos ingerirlas de manera natural o bien de manera sintética. Pero ¿son igual de útiles ambas fuentes?

Producción de vitaminas sintéticas

La mayoría de las vitaminas sintéticas se producen en grandes laboratorios industriales. A menudo, se emplean procesos como la fermentación microbiana, reacciones químicas en fases múltiples o incluso síntesis a partir de derivados del petróleo o la alquimia de otras materias primas industriales.

Es importante destacar que las vitaminas sintéticas, aunque químicamente similares a las naturales, no siempre son idénticas en su forma o biodisponibilidad. En algunos casos, el cuerpo puede no absorberlas o utilizarlas de la misma manera que lo haría con las vitaminas obtenidas a través de los alimentos naturales. Sin embargo, se utilizan ampliamente por su facilidad de producción y bajo costo en comparación con las vitaminas naturales.

Fuentes comunes de vitaminas sintéticas

Vitaminas sintéticas liposolubles (A, D, E, K):

Vitamina A: Puede sintetizarse a partir de compuestos como el acetato de retinilo o el palmitato de retinilo, derivados del petróleo o grasas animales.

Vitamina D: A menudo se sintetiza a partir del colesterol de la lanolina (obtenida de la lana de oveja) o ergosterol (de levaduras), que luego se transforma en vitamina D2 o D3.

Vitamina E: Generalmente proviene de productos petroquímicos, como el tocoferol sintético.

Vitamina K: Se sintetiza a partir de naftoquinonas, que son derivados del alquitrán de hulla o productos petroquímicos.

Vitaminas sintéticas hidrosolubles (C y complejo B):

Vitamina C (ácido ascórbico): Se produce principalmente a partir de glucosa derivada del maíz a través de un proceso de fermentación y síntesis química.

Vitaminas del complejo B: Estas vitaminas, como la B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B6 (piridoxina) y B12 (cianocobalamina), suelen sintetizarse mediante procesos químicos que incluyen la fermentación bacteriana o procesos químicos más complejos. Por ejemplo, la vitamina B12 se produce a través de fermentación bacteriana, ya que su estructura es difícil de replicar por completo sintéticamente

Fuentes de vitaminas naturales

Las vitaminas se pueden obtener de diversas fuentes naturales, principalmente alimentos vegetales y animales. A continuación, te detallo las principales fuentes naturales de las vitaminas más comunes:

Vitaminas naturales liposolubles (A, D, E, K):

Vitamina A (retinol y betacaroteno):

Fuentes animales (retinol): Hígado, aceite de hígado de pescado, yema de huevo, mantequilla, queso.

Fuentes vegetales (betacaroteno, precursor de la vitamina A): Zanahorias, espinacas, batatas, calabaza, pimientos rojos, mango.

Vitamina D:

Fuentes animales: Pescados grasos (salmón, caballa, atún), aceite de hígado de pescado, yema de huevo.

Fuentes vegetales: Setas expuestas a la luz solar (como el shiitake).

Otras fuentes: La exposición a la luz solar también permite que el cuerpo sintetice vitamina D.

Vitamina E (tocoferoles):

Fuentes vegetales: Aceites vegetales (girasol, oliva, germen de trigo), frutos secos (almendras, avellanas), semillas (girasol), espinacas, brócoli.

Fuentes animales: hígado (de vaca, pollo o cerdo), yema de huevo, pescados grasos (salmón o trucha), carne de aves y mantequilla

Vitamina K:

Fuentes vegetales: Vegetales de hoja verde (col rizada, espinacas, brócoli, lechuga), repollo, coles de Bruselas.

Fuentes animales: En menor cantidad en productos animales como hígado y algunos quesos fermentados.

Vitaminas naturales hidrosolubles (C y complejo B):

Vitamina C (ácido ascórbico):

Fuentes vegetales: Frutas cítricas (naranjas, limones, pomelos), fresas, kiwi, papaya, mango, pimientos rojos, col rizada, brócoli.

Fuentes animales: Prácticamente no está presente en alimentos de origen animal excepto de forma mínima en vísceras (hígado de vaca o cerdo, riñones y cerebro (sesos).

Vitaminas del complejo B:

Vitamina B1 (tiamina): vegetales (Cereales integrales, semillas de girasol, nueces, legumbres) animales (cerdo, hígado).

Vitamina B2 (riboflavina): animales (Productos lácteos, huevos, hígado), vegetales ( almendras, espinacas, champiñones).

Vitamina B3 (niacina): animales (Pollo, pavo, pescado), vegetales (cacahuetes, champiñones, cereales integrales).

Vitamina B5 (ácido pantoténico): vegetales (Aguacate, brócoli, setas, patatas), animales (huevos, carnes).

Vitamina B6 (piridoxina): animales (Pollo, pescado), vegetales (papas, garbanzos, plátanos).

Vitamina B7 (biotina): animales (Huevos) , vegetales (nueces, almendras, soja, coliflor).

Vitamina B9 (ácido fólico): Vegetales de hoja verde, espárragos, aguacate, legumbres, remolacha.

Vitamina B12 (cobalamina): Alimentos de origen animal como carne, pescado, huevos, lácteos. No está presente en fuentes vegetales, por lo que los veganos a menudo necesitan suplementos o alimentos fortificados.

Para obtener suficientes vitaminas de fuentes naturales, es ideal consumir una dieta variada que incluya frutas, verduras, granos integrales, proteínas animales o vegetales, y grasas saludables.

En algunos casos, como con la vitamina D y B12, es posible que personas con dietas restringidas (por ejemplo, veganos) necesiten prestar atención a los niveles de estas vitaminas y considerar suplementos. Cada vitamina juega un rol esencial en el cuerpo, por lo que una alimentación balanceada es clave para mantener niveles adecuados de todas ellas.

Biodisponibilidad de las vitaminas

La biodisponibilidad de las vitaminas, es decir, la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar una vitamina, puede variar significativamente entre las versiones sintéticas y las naturales. Estas diferencias pueden depender de la estructura química de las vitaminas, las fuentes alimenticias de las cuales provienen, y la interacción con otros nutrientes. Aquí te explico las principales diferencias entre las vitaminas sintéticas y naturales en términos de biodisponibilidad.

Diferencias claves en la biodisponibilidad

Estructura química

Naturales: Las vitaminas en los alimentos naturales están acompañadas de otros compuestos como enzimas, cofactores y otros nutrientes que mejoran su absorción. Por ejemplo, la vitamina C de los cítricos viene con bioflavonoides, que mejoran su asimilación en el cuerpo.

Sintéticas: Aunque la estructura de la vitamina sintética puede ser muy similar a la natural, no siempre es idéntica. En algunos casos, las versiones sintéticas tienen una forma menos activa o absorbible. Por ejemplo, la vitamina E sintética (dl-alfa-tocoferol) es menos biodisponible que la vitamina E natural (d-alfa-tocoferol).

Absorción

Naturales: Las vitaminas naturales suelen ser mejor absorbidas y utilizadas por el cuerpo porque están en su forma completa, con todos los compuestos auxiliares presentes en los alimentos. Estos compuestos ayudan a que el cuerpo las reconozca y las procese más eficientemente.

Sintéticas: Algunas vitaminas sintéticas pueden no ser tan bien absorbidas o utilizadas. Por ejemplo, el ácido fólico (forma sintética de la vitamina B9) debe ser convertido a su forma activa (5-metiltetrahidrofolato) antes de ser usado por el cuerpo, mientras que la forma natural, que se encuentra en los alimentos, está lista para ser utilizada directamente.

Estabilidad y eficacia

Naturales: Las vitaminas naturales pueden ser más susceptibles a la degradación durante el almacenamiento o la cocción. Por ejemplo, la vitamina C en frutas y verduras frescas se puede perder durante el almacenamiento prolongado o la cocción a altas temperaturas.

Sintéticas: Las vitaminas sintéticas suelen ser más estables y tienen una vida útil más larga en suplementos y alimentos fortificados, ya que están diseñadas para resistir la descomposición durante el almacenamiento.

Disponibilidad y accesibilidad

Naturales: Obtenidas principalmente a través de alimentos integrales. Para obtener niveles adecuados de vitaminas naturales, es necesario mantener una dieta equilibrada y rica en frutas, verduras, granos integrales, y proteínas animales o vegetales.

Sintéticas: Son más accesibles en forma de suplementos y están disponibles en dosis estandarizadas. Esto las hace prácticas para personas con deficiencias vitamínicas o que no pueden obtener suficientes vitaminas de su dieta.

Ejemplos de diferencias específicas

Vitamina E: La vitamina E natural (d-alfa tocoferol) tiene una biodisponibilidad significativamente mayor que su contraparte sintética (dl-alfa tocoferol). El cuerpo prefiere la forma natural y la utiliza más eficientemente.

Vitamina B12: La cianocobalamina (sintética) y la metilcobalamina (natural) son dos formas de vitamina B12. La metilcobalamina es la forma activa y biodisponible en el cuerpo, mientras que la cianocobalamina requiere conversión en el organismo.

Vitamina C: El ácido ascórbico sintético tiene una biodisponibilidad similar a la vitamina C de fuentes naturales, pero los compuestos adicionales en los alimentos naturales, como los bioflavonoides, pueden mejorar su absorción.

Interacción con otros nutrientes

Naturales: Las vitaminas obtenidas de alimentos interactúan naturalmente con otros nutrientes. Por ejemplo, el hierro de origen vegetal se absorbe mejor cuando se consume junto con vitamina C, que está presente en alimentos como el brócoli o las espinacas.

Sintéticas: En los suplementos, algunas vitaminas pueden no tener estas interacciones beneficiosas con otros nutrientes, lo que puede afectar su eficacia. Por ejemplo, la vitamina D sintética puede no ser tan efectiva si no se toma con alimentos ricos en grasas saludables que faciliten su absorción.

Conclusión

En general, las vitaminas naturales tienden a tener una biodisponibilidad superior debido a la presencia de cofactores que mejoran su absorción y utilización en el cuerpo. Sin embargo, las vitaminas sintéticas ofrecen una opción accesible y práctica para cubrir deficiencias nutricionales, especialmente cuando no se puede garantizar una dieta equilibrada. En algunos casos, las formas sintéticas pueden ser casi igualmente efectivas, pero en otros, como en el caso de la vitamina E o la B12, las formas naturales son claramente más eficaces.

Deja un comentario