Las enfermedades relacionadas con el calor, como el golpe de calor y la insolación, ocurren cuando el cuerpo no puede mantenerse a una temperatura baja. Normalmente cuando la temperatura del aire sube, el cuerpo se mantiene fresco mediante la evaporación del sudor. En días calurosos y húmedos, esta evaporación se hace más lenta por el aumento de humedad en el ambiente y si este mecanismo no es suficiente para bajar la temperatura de su cuerpo, esta sube y pueden producirse trastornos.
¿Qué es el golpe de calor y la insolación?
El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo se pone demasiado caliente producido por el ejercicio o por el calor ambiental. Se produce debilidad, dolor de cabeza, piel seca (no sudorosa), mareos, vómitos, calambres musculares, taquicardia y puede ocurrir una deshidratación. Se deja de orinar.
Si el proceso sigue en aumento ocurre la insolación. Es mucho más grave. Aparece la fiebre y se pueden producir confusión mental, convulsiones, pérdida de conocimiento, coma y finalmente la muerte.
Cómo actuar ante estos procesos
Lo primero es apartarse si es posible del calor rápidamente y ponerse en un lugar fresco y sombreado. Hay que hidratarse bien con mucha agua. NO beber alcohol ya que puede empeorar el golpe de calor. Si no se siente mejor después de 30 minutos, debe ponerse en contacto con los servicios sanitarios ya que si el golpe de calor no se trata puede progresar a insolación. En este caso hay que enfriar inmediatamente a la persona con agua tibia y abanicar. Y solicitar asistencia sanitaria urgente.
Hay que saber que hay una serie de medicamentos que pueden aumentar el riesgo de insolación por lo que hay que tener especial cuidado. Son los antihistamínicos, antigripales, laxantes, anticolinérgicos, anticonvulsivantes, diuréticos.
¿Cómo prevenir la enfermedad por el calor?
No salir en las horas más calurosas del día si no es estrictamente necesario. Programe las actividades deportivas al aire libre para horas no tan calurosas (antes de las 10 de la mañana o después de las 18:00 de la tarde). Durante una actividad al aire libre realice descansos con bastante frecuencia.
Hay que tomar bastante agua antes de comenzar cualquier actividad al aire libre y además tomar agua adicional durante todo el día. Incluso si no siente sed, tome agua u otros líquidos cada 15 a 20 minutos. Si su orina se encuentra clara y pálida, probablemente está tomando suficientes líquidos. Ingerir menos bebidas que contienen cafeína y evitar el alcohol.
Usar ropa holgada y de materiales cómodos, frescos y de colores claros. El calzado debe ser fresco, cómodo y que transpire. Protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla. Use cremas con un factor de protección contra el sol de 15 o más y reaplicar si es necesario.
Si está tomando medicamentos porque tiene un problema médico crónico, pregúntele a su médico sobre el calor, acerca del consumo de líquidos adicionales y acerca de sus medicamentos.
Y si ya ha tenido problemas con el calor tenga mucho cuidado de no ejercitarse demasiado y evite los momentos más calurosos. Pregúntele a su médico cuándo puede volver a realizar sus actividades normales sin que esto represente ningún riesgo para usted.