Vivimos en el mejor momento de toda la historia de la humanidad para emprender. Todo el mundo tiene algún tipo de problema y si conseguimos solucionarle estos problemas a la gente podremos tener un negocio que funcione. Los títulos que tengamos y los conocimientos adquiridos previamente no son suficientes para triunfar sino que hay que desarrollar otras cualidades y habilidades. Sin desarrollo personal no hay desarrollo profesional. Hay que desarrollar nuestros talentos y dones. Encuentra algo que te apasione y siempre te irá bien. Es la clave fundamental para salir adelante. El talentismo se impone ahora sobre todo.
A la hora de emprender e iniciar un cambio de vida surgen los miedos. Pero … ¿Que es lo peor que te podría pasar? Hay una forma de eliminar las preocupaciones y ayuda a la toma de decisiones y consiste en ver el peor resultado posible y aceptarlo en caso de que se produjera. Y después hacer lo posible para evitar que se llegue a producir habiendo aceptado antes esta posibilidad.
Pero hay que evitar algunos errores para que nos vaya bien a la hora de emprender algún negocio.
– No equivocarse nunca. El error es necesario. Agradece la equivocación. Si quieres tener éxito equivócate más a menudo. Fracasa más a menudo y llegarás a tener más éxito. No evites el error pues es el maestro de nuestro negocio.
– Actuar desde el miedo y no desde la pasión. Es necesario hacer todo lo contrario. Ponle pasión en todo lo que hagas y supera el miedo. Construye tu sueño. Hay que descubrir nuestros talentos y dones y desarrollarlos. Si tu trabajo no te apasiona búscate otro.
– No revisar las creencias. Los pensamientos son pronósticos del futuro y van a determinar nuestros resultados. Descubre tus creencias limitantes sobre todos los aspectos importantes en tu vida porque probablemente sean creencias erróneas y te limiten en tu camino. Para cambiar de vida hay que cambiar de pensamientos. No hay que vivir desde el victimismo sino desde la responsabilidad. Hay que ser responsable. Hay que desaprender todo aquello que nos lastra, de las creencias limitantes que nos impiden avanzar. Desprenderse de todo aquello que nos impide dar el gran salto hacia una vida mejor. Las creencias de que el gobierno, la crisis, el jefe, y otras circunstancias externas tienen la culpa de tu situación económica es totalmente errónea.
– Plantearse objetivos realistas. A veces hay que pensar en metas locas, más allá de nuestros límites, y fuera de la zona de confort. Hay que pensar a lo grande porque pensar en pequeño no te lleva a ningún sitio. Sólo así puedes tener el enfoque y la motivación para llegar a ellos. Pero tienen que ser objetivos SMART (eSpecificos, Medibles, Alcanzables, Retadores y acotados en el Tiempo).
– No reciclarse constantemente. No basta con tener una titulación o una formación convencional. Hay que leer constantemente y formarse en otras disciplinas (inteligencia financiera, nutrición y salud, desarrollo personal, inteligencia emocional, etc). Dale a tu mente una dieta mental adecuada. Te recomiendo estos libros de desarrollo personal y estos libros sobre inteligencia financiera.
– Primero pensar y después hacer. Hay que hacer justamente lo contrario. Hay que ponerse en acción ya. Ya irás perfeccionando la idea después, pero lo primero es ponerse en marcha. Comprométete contigo mismo y pon en marcha tu proyecto personal. Ahora mismo. No esperes a mañana. No te pongas más excusas.
– No intentarlo lo suficiente. Hay que poner la estadística a tu favor. Los números deben estar a tu favor. La ley de los promedios funciona siempre.
Levántate cada mañana con sueños por cumplir y empieza a cambiar tu vida ya. Y sobre todo haz las cosas con pasión y así podrás diseñar tu vida como quieres, sin miedos y limitaciones.