La tríada de la mujer deportista es un trastorno que afecta los hábitos de alimentación, los periodos menstruales y a los los huesos. Si tiene la tríada de la mujer deportista, es posible que haya desarrollado un trastorno de la alimentación comiendo menos de lo habitual, y es posible que sus periodos menstruales hayan cesado o se hayan vuelto irregulares y que tenga más riesgo de tener osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos sean delgados y débiles.
La alimentación debe ser la adecuada porque si no come lo suficiente, es posible que desarrolle deficiencias nutricionales que afecten su crecimiento y al normal funcionamiento de sus órganos y que aumenten el riesgo de fracturas y lesiones. La amenorrea o cese de la regla también puede debilitar los huesos. Sin tratamiento, la pérdida de la fortaleza de los huesos puede ser para siempre.
Los signos y los síntomas de la tríada de la mujer deportista incluyen pérdida de peso, amenorrea o ausencia o irregularidad de la menstruación, cansancio, fatiga, fracturas por estrés, vómitos inducidos, dieta restrictiva combinado con atracones, y ejercicio excesivo.
Los factores de riesgo para desarrollar la tríada de la mujer deportista es la de ser una deportista competitiva, hacer deportes que requieran mucho control del peso, hacer más ejercicio del necesario, dedicarse exclusivamente al deporte descuidando el resto de la vida social.
Para diagnosticar este trastorno es conveniente ante la sospecha acudir a su médico que le hará las pruebas adecuadas para confirmarlo. El tratamiento consiste en cambiar la manera de hacer ejercicio y de alimentarse. Es necesario desarrollar una dieta que sea saludable y que le brinde todas las vitaminas y los nutrientes que necesita. Si sus periodos no regresan después de cambiar su dieta y su rutina de ejercicios, es posible que su médico le recete medicamentos, por ejemplo, píldoras anticonceptivas (como estrógeno y progesterona), para evitar que el cuerpo pierda más fortaleza de los huesos.
Para prevenir este trastorno siga una dieta bien equilibrada y nutritiva. Haga ejercicio en cantidades moderadas. Ante cualquier cambio en la regularidad de sus reglas hable con su médico sobre.