Ethereum está llamada a ser la plataforma donde nos moveremos en un futuro no muy lejano. Esta plataforma que utiliza la tecnología blockchain, es descentralizada y permite la creación de múltiples funcionalidades como los acuerdos de contratos inteligentes entre pares. Cualquier desarrollador puede crear y publicar aplicaciones que realicen estos contratos inteligentes, crear mercados, mover fondos de acuerdo a instrucciones dadas en el pasado (como una voluntad o un contrato de futuros), y cualquier otra posibilidad que pueda desarrollarse.
El propósito inicial del proyecto Ethereum es el de descentralizar la web mediante la introducción de cuatro componentes (publicación de contenido estático, mensajes dinámicos, transacciones confiables y una interfaz de usuario integrada y funcional). Estos componentes están diseñados para reemplazar algunos aspectos de la Web tradicional pero haciéndolo de una manera completamente descentralizada y anónima.
El protocolo Ethereum fue concebido originalmente como una versión mejorada de la criptomoneda Bitcoin, para superar las limitaciones de su lenguaje de programación, proporcionando además características avanzadas (como contratos financieros). Un contrato inteligente es un tipo de programa que se asegura de que se hagan efectivos todos los términos pactados entre las partes. No se basa en la confianza de los participantes en la transacción sino que es directamente el sistema quién se asegura de que todo salga según lo firmado. Son varias las ventajas: no se puede modificar el contrato, no puede ser cancelado, se eliminan los intermediarios y se elimina el retraso en la operación.
Ethereum funciona de manera descentralizada a través de una máquina virtual llamada Ethereum Virtual Machine (EVM). Los programas que realizan contratos inteligentes son escritos en lenguajes de programación de alto nivel de tipo Turing completo y permite que contratos arbitrarios teóricamente se puedan crear para cualquier tipo de transacción o aplicación.
El Ether es una criptomoneda utilizada por los clientes de la plataforma Ethereum para realizar pagos a otras personas o a máquinas que ejecutan operaciones solicitadas. Es decir, Ether es el incentivo que asegura que los desarrolladores escriban aplicaciones de calidad y que la red permanezca saludable (la gente es recompensada por los recursos aportados). Es una red para la alimentación de los contratos basados en Ethereum. Estos contratos de código abierto pueden ser usados para ejecutar de forma segura una amplia variedad de servicios, entre los que se incluyen: sistemas de votación, intercambios financieros, plataformas de micromecenazgo, propiedad intelectual y organizaciones descentralizadas autónomas.
Un ether está dividido en unidades más pequeñas llamadas finney, szabo, shannon, babbage, lovelace y wei. Cada unidad es igual a mil veces la siguiente unidad menor, por lo tanto 1000 finneys son un 1 ether, 1000 szabos son un finney, y así sucesivamente.
Con esta plataforma puede crearse un nuevo orden mundial más justo y sostenible y el Ether y el Bitcoin pueden ser los nuevos valores de reserva mundial. Podría decirse que el Bitcoin es como el oro y el Ethereum es como el petróleo.
Actualmente el Ether es la segunda criptomoneda virtual más valorada y utilizada del mundo, tras el Bitcoin. Ambas monedas están últimamente creciendo mucho ya que están atrayendo a los inversionistas de todo el mundo. Incluso algunos gobiernos (el ruso, por ejemplo) se han reunido ya con el creador de Ether para usarla de forma oficial.